
El té verde es una bebida con excelentes propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas y antioxidantes; puede beberse moderada y regularmente, a razón de una a tres tazas al día para sacarle máximo provecho.
Se ha demostrado rigurosamente que los polifenoles presentes en el té verde, limitan la evolución del cáncer e inhiben el crecimiento de tumores. Investigaciones realizadas especialmente en Japón observan claramente que quienes consumen té verde de manera regular tienen menores índices de cánceres de estomago, hígado, páncreas, seno, pulmón, esófago y piel.
Gracias a sus principios activos antioxidantes se trata de uno de los alimentos a promover para prevenir las enfermedades cardiovasculares, la mayor causa de muerte en el mundo y que mayormente pueden prevenirse con hábitos saludables; en este caso el té verde actúa inhibiendo la formación de coágulos, previniendo la oxidación del LDL colesterol (el colesterol «malo») y favoreciendo la elevación del HDL colesterol y regulando la presión arterial.
El té verde mostró también capacidades para reducir la glucosa sanguínea, por lo cual es un eficaz coadyuvante para prevenir y aliviar la diabetes; en este caso, por supuesto, hay que combinarlo con hábitos saludables como los que proponemos junto al chef y periodista Pablo Martín en el libro Detené la diabetes» (Grijalbo); por supuesto, una dieta que cuida el equilibrio ácido-básico, con abundancia de alimentos frescos, vivos e integrales bien diseñada es un excelente punto de partida.
También es un excelente recurso para estimular la inmunidad natural y combatir virus y bacterias; ha demostrado incluso, en forma de ungüento, ser efectivo contra el virus del papiloma humano (VPH).
Se recomienda también para alcanzar la armonía interior, fortalecer la resistencia al estrés y revitalizar el sistema nervioso.
La infusión de dos tazas diarias de un buen té verde orgánico en el marco de una alimentación saludable es un excelente recurso para cuidar la salud y un coadyuvante para contribuir a recuperarla; por supuesto, evitar el uso de azúcar o edulcorantes artificiales y preferir, en todo caso, infusionarlo junto con hojas de estevia para endulzarlo.
Luego, cuando se necesita cantidad y regularidad de sus principios activos, puede recurrirse a complementos nutricionales estandarizados, casos en los cuales vale la pena acceder a aquellas marcas confiables que utilicen el mínimo de aditivos y sean de calidad y potencia probada; a modo de recomendación orientativa:
Té verde
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Potente agente protector contra los radicales libres
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Luego, para variar su sabor y sus propiedades, podemos utilizar diferentes presentaciones de la misma planta – Camellia Sinensis-, por ejemplo:
- Té blanco, el cual al parecer es la bebida con más antioxidantes disponibles que hoy disponemos; se recomienda beberla con el desayuno.
- Té matcha, una variedad especial de té verde finamente molido y tratado al vapor que se ha popularizado, no solo como bebida, sino también como ingrediente de la cocina en galletas, batidos, jugos…, por su textura y sabor dulzón.
- Otra buena alternativa es el té bancha.
Por supuesto, si estas presentaciones no son accesibles donde vives o el comercio por Internet es muy regulado, con seguridad encontrarás buenas opciones en un almacén naturista o dietética allí donde vives; lo importante es que identifiques los recursos que tienes a mano y hagas lo mejor posible con ellos.
Te facilito un audio con más propiedades del té verde si te has quedado con ganas de más: