Sólo recordemos que todo en la vida trata de elecciones.
Es en los momentos de decisión que nuestro destino se forja.
Tony Robbins
Siempre puedes elegir.
- Puedes elegir pertenecer a las minorías que están junto a Jesús o al lado de las mayorías que optan por crucificarlo.
- Puedes disfrutar de las enseñanzas de Sócrates o ser el que lo envenena con cicuta.
- Puedes buscar la Iluminación Espiritual junto a Buda o estar entre los que le arrojan las piedras a su paso.
- Puedes elegir entre el corazón o la mente. El camino del corazón a la larga siempre es más fácil y absolutamente respetuoso con tu integridad, sin embargo con frecuencia requiere mucho valor al comenzar a andar; no todos lo tienen, pero realmente es la diferencia que hace que tu vida sea un infierno o un paraíso.
Osho dijo:
En la jornada real de la vida
tu propia intuición es tu propio maestro.
La intuición es la voz del corazón; la intuición trasciende la especulación.
La elección de seguir el camino del corazón te vuelve libre y a la vez completamente responsable de tus propias decisiones; solo estás tú a cargo y es lo más intenso que puede pasarte. Una vez que esto sucede, un milagro en tu conciencia amanece y te das cuenta que ya no hay elección posible; volviendo a Osho:
Tú eres el camino y la meta, y no hay distancia entre la meta y tú. Tú eres el buscador y lo buscado; no hay distancia entre el buscador y lo buscado. Tú eres el devoto y la devoción. Tú eres el discípulo y el maestro. Tú eres el medio y el fin. Este es el Gran Camino.
Cuando realizas esto ya no tienes que elegir; abrazas a Jesús, a Buda, a Sócrates… y a lo que el impulso de Dios a través de la voz de tu corazón indica que es apropiado para ti en este espacio y tiempo. En ese momento desaparecen los caminos porque tú eres el camino; ya no buscas la verdad porque te has transformado en ello; ya no hay metas y los sueños se diluyen como el pensamiento; ya no hay dudas o vacilación… has trascendido la elección.
T. Harv Eker ha dicho:
¿Si no estás entusiasmado, ¿por qué hacerlo?
La mayoría de las cosas que hacemos son determinadas por las circunstancias y, generalmente, nuestra voluntad interviene apenas para no resistirse. Una buena práctica es revisar los escenarios de nuestra vida y soltar aquello que no elegimos conscientemente y no nos trae satisfacción alguna. ¡La mochila que cargamos puede estar llena de cosas insignificantes!
Tengamos en cuenta que buena parte de las situaciones que aceptamos en nuestra vida y no nos agradan, ocurren porque CREEMOS que no podemos elegir. ¡Es sólo el software DOMESTICACIÓN 2.0 que nos incorporó la educación programada por nuestra enfermedad mental colectiva! ¡Lo puedes cambiar por un sistema operativo mejor y realmente liberador!
Estemos conscientes que nuestras elecciones siempre tienen consecuencias y pueden ser el instrumento para mejorar nuestras vidas pero también para destruirla. De todas las opciones que puede ofrecernos la razón, la felicidad siempre ocurre transitando aquella que late en sintonía con el corazón; esta distinción es la que determina la diferencia entre una vida bien vivida o una en la que se suman frustraciones.