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Nutrición Ortomolecular en la osteoporosis

Nutrición ortomolecular en la osteoporosis

 

La nutrición ortomolecular en la osteoporosis ayuda a que el paso del tiempo y el autoflagelo inducido por malos hábitos de alimentación, sedentarismo y exceso de medicación acidificante, no genere un impacto tan debilitante en los huesos y su exposición a fracturas.

Cómo incide la osteoporosis

Las estadísticas indican que aún afecta más a las mujeres y nos dicen que alrededor del 50% de las mismas; en el caso de los hombres, una cuarta parte de ellos sufrirán alguna fractura debido a la osteoporosis.

Hay factores de riesgo inevitables: el paso de los años, complexión pequeña, ser blanco o asiático y, en cierta medida, la predisposición genética. Hay otros factores que son manipulables por nuestra voluntad: podemos elegir lo que comemos, ser cuidadosos a la hora de ingerir medicamentos o tener un estilo de vida físicamente activo.

Si hacemos las cosas bien, podemos mantener nuestra juventud ósea. Incluso, la nutrición ortomolecular en la osteoporosis ya diagnosticada es un gran pilar para ayudarnos a evitar su avance o revertir el daño.

La humanidad ha aprendido a identificarse con la civilización y observar lo que se ha evolucionado desde los tiempos primitivos con un aire de suficiencia; este es un punto cuestionable, pues en muchos casos, los tiempos que corren conllevan enfermedades que otrora no existían o eran insignificantes, la osteoporosis por ejemplo.

La osteoporosis es claramente una enfermedad de la civilización. En materia de alimentación, actividad física o prácticas de higiene y salud corporal, definitivamente, analizando el grueso de la población actual, hemos involucionado. La industrialización y refinación de los alimentos, marcan claramente que somos una especie de consumo autodestructivo; las comodidades modernas han reemplazado el trabajo físico que puede ser costoso o desagradable, pero en lugar de reemplazarlo por actividades físicas agradables, hemos sumado horas frente al ordenador y el televisor.

Los medicamentos que utilizamos prometen resultados rápidos sin cambios en nuestro estilo de vida, pero traen como consecuencia más enfermedad.

La suma de todo esto es el punto en que se apoyan la osteoporosis y otras enfermedades degenerativas.

Como prevenir la osteoporosis

Aquí la alimentación y la actividad física son fundamentales. Entre los alimentos a evitar debemos mencionar el café, el azúcar, los edulcorantes artificiales y las gaseosas, sustancias todas que acidifican la sangre y estimulan la pérdida de calcio.

Es importante asegurarse una buena asimilación del calcio y esto no se logra tanto obsesionándose con el consumo de lácteos, sino promoviendo una alcalinización de la sangre y asegurándose la ingesta de nutrientes coadyuvantes como el boro, el magnesio, el silicio y, por supuesto, el calcio en cantidades razonables y en equilibrios asimilables.

Tengamos presente que hoy día somos la generación de toda la historia de la humanidad que mayor exposición tiene al consumo de calcio, tan sólo ver la cantidad de alimentos aditivados y la constancia con la que los médicos machacan para que tomemos mucha leche, y sin embargo padecemos más debilidad ósea que nunca. ¿No le parece que hay una ecuación que está fallando?

Asegúrese de consumir unas cuantas porciones de frutas y verduras frescas, pequeñas porciones de legumbres y frutos oleaginosos, cereales integrales, aceites de buena calidad (oliva virgen extra, coco o lino de primera prensada), modere las carnes y los huevos si realmente los desea consumir, ¡y olvídese de los lácteos! En especial si son de la factoría industrial.

Con esto nuestro cuerpo recibirá la nutrición básica para una buena salud en general y unos huesos fuertes en particular.

Paralelamente, realice actividad física variada y, especialmente desde la adolescencia; debemos incluir ejercicios con sobrepeso moderado para favorecer la osteogénesis.

Finalmente, asegúrese que toma sol; en horas saludables, el sol es la mejor fuente de vitamina D y un gran amigo de los huesos.

Tratamiento Ortomolecular

La nutrición ortomolecular en la osteoporosis es un elemento que hace la diferencia si aspiramos a revertir la condición; la estrategia diseñada hasta aquí será insuficiente y deberá agregarle algunos complementos nutricionales.

Los que comparto a continuación representan algunos de los que conozco y recomiendo habitualmente; si estos no están a su alcance, por favor investiga las alternativas disponibles en Internet en sitios como Amazon, en tiendas naturistas o consulta con un profesional de tu confianza.

Complemento vitamínico-mineral

Boro, 12 mg

Calcio, 400 mg
Calcio (citrato) + Vit. D3

Magnesio, 400 mg
Magnesio Marino

Silicio, 100 mg

Zinc, 20 mg

Vitamina C, 1,000 mg
Acerola (vitamina C natural)

– Vitamina D, 5.000 UI

Betacaroteno, 20,000 UI

Complemento de Acidos Grasos Esenciales

Aceite de Pescado (Omega 3), 3,000 mg
Omega 3 concentrado Quality Silver
Aceite de Pescado (Natufarma)

Plantas medicinales

Cola de Caballo

Maca
Maca Andina Ecológica

Spirulina
Espirulina Ecológica

Bambú

Pablo de la Iglesia

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Mayor longevidad con Omega 3

Mayor longevidad con Omega 3

Las personas con los niveles más altos de Omega 3 en forma de EPA y DHA, tienden a tener una mayor longevidad.

De acuerdo a esta investigación que realizó un análisis combinado de 17 estudios, se pronostica una mayor longevidad entre quienes tenían niveles más altos de ácidos grasos Omega 3.

Esto no es una gran novedad pero reafirma que los Omega 3 no solo son beneficiosos para la salud cardiovascular o como antiinflamatorios, sino que además tienen un impacto positivo en la longevidad.

Vivir más gracias a los Omega 3

Este trabajo publicado en Abril del 2021 en Nature Communications , reunió los datos de 17 estudios científicos e hizo seguimiento de 42.466 personas durante un promedio de 16 años.

La particularidad de esta investigación es que, en lugar de pedir a las personas que estimen la cantidad de pescado consumido, se analizaron objetivamente los niveles reales de Omega 3 en sangre para evitar resultados defectuosos, conjeturas o interpretaciones especulativas.

Luego de un examen cuidadoso de los datos, se verificó que las personas con niveles más elevados de Omega 3 en forma de EPA y DHA en sangre, vivían más tiempo que aquellos con niveles más bajos. Por el contrario, las personas que murieron prematuramente tenían niveles más bajos de Omega 3.

De hecho, los autores señalaron que estos hallazgos sugieren que los ácidos grasos Omega 3 pueden afectar beneficiosamente la salud en general y, por lo tanto, retrasar el proceso de envejecimiento y que no solo son buenos para las enfermedades cardíacas.

Después de examinar el riesgo de muerte por cualquier causa, los investigadores dicen que las personas que tenían los niveles más altos de EPA + DHA se beneficiaron de un 13 por ciento menos de riesgo de muerte que las personas en el percentil más bajo.

Y cuando analizaron las causas principales de muerte, esto es lo que encontraron:

➡  Los niveles altos de Omega 3 redujeron el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en un 15%.
➡  Estar en el grupo con niveles de Omega 3 más alto confería un 13% menos de riesgo de muerte por todas las demás causas combinadas.

Mejorar nuestros niveles de Omega 3

El Dr. Bill Harris, fundador del Instituto de Investigación de Ácidos Grasos (FARI) y autor principal, afirmó:

“Dado que todos estos análisis se ajustaron estadísticamente para múltiples factores personales y médicos (es decir, edad, sexo, peso, tabaquismo, diabetes, presión arterial, etc., más los niveles de ácidos grasos Omega 6 en sangre), creemos que estos son los los datos más sólidos publicados hasta la fecha respaldan la opinión de que, a largo plazo, tener niveles más altos de Omega 3 en sangre puede ayudar a mantener una mejor salud en general .”

Entonces, si no solo desea ser amigable con el corazón, sino también promover una larga vida, aumentar la cantidad de Omega 3 en la dieta podría ser una valiosa clave.

Pero hay una advertencia importante…

Según los investigadores, mientras que los Omega 3 de cadena larga -EPA y DHA- que se obtienen de los mariscos (como el salmón silvestre, el atún, la caballa del Atlántico, el bacalao, el arenque), están fuertemente asociados con un menor riesgo de mortalidad.

Por otra parte, los derivados de las plantas, en forma de ácido alfa-linolénico (ALA), se han mostrado menos protectores.

El ALA requiere un proceso de conversión muy delicado para transformarse en EPA y DHA, lo cual implica necesariamente que nuestra alimentación y estilo de vida sean muy saludables -excluyendo ultraprocesados, refinados, exceso de carbohidratos y grasas saturadas, aceites de mala calidad, alcohol, tabaquismo, exposición a campos electromagnéticos o enfermedades preexistentes-.

Hay algunas variedades de algas que aportan el DHA preformado pero es deficiente en EPA. El DHA es excelente para el cerebro o el sistema nervioso, pero el EPA parece ser más importante para el funcionamiento inmunológico y como antiinflamatorio.

Además, necesitamos estudios comparativos a largo plazo para verificar que los suplementos derivados de algas funcionen en un rango equivalente.

Dicho esto, las dietas veganas son posibles si se toman algunas precauciones adicionales para que este proceso ocurra con normalidad, pero requiere un abordaje serio de esta elección alimentaria.

Esta es una de las razones por las cuales me manifiesto altamente crítico de las dietas veganas supermercadistas que reclaman que el propósito de esta filosofía es únicamente no matar animales mientras que justifican el consumo de alimentos que nos matan a nosotros mismos, contaminan el medio ambiente y destruyen la vida silvestre.

Si deseas aprender más de este tema esencial para nuestra salud y bienestar, puedes leer mi libro ACEITES OMEGA 3: pilares de una buena salud (AMZN ESAMZN USA)

El artículo original pertenece a la Dra. Adria Schmedthorst,
la traducción, adaptación y comentarios adicionales son de Pablo de la Iglesia

Bibliografía

Harris, W.S., Tintle, N.L., Imamura, F. et al. Blood n-3 fatty acid levels and total and cause-specific mortality from 17 prospective studies. Nat Commun 12, 2329 (2021). https://doi.org/10.1038/s41467-021-22370-2

New study shows people with a high Omega-3 index less likely to die prematurely. Eureka Alert

 Schmedthorst, Adria. People with high Omega 3 levels live longer than people with less. Easy Health Options.

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La vitamina que resiste la pérdida de masa muscular con la edad

La vitamina que resiste la pérdida de masa muscular con la edad

La pérdida de masa muscular «relacionada con la edad», también conocida como sarcopenia, suele ocurrir con el paso del tiempo, atribuyéndose esta condición a la progresión natural del envejecimiento. La sarcopenia puede provocar discapacidad física y mala calidad de vida.

Pero la sarcopenia es más que debilitarse. También está asociado con un mayor riesgo de Alzheimer y demencia.

Esto se debe a que cuando se produce la pérdida de masa muscular, también puede provocar que la corteza cerebral se adelgace y encoja. Esta área del cerebro es esencial para la memoria, la cognición y los pensamientos.

Afortunadamente, podemos hacer mucho para frenar la progresión de la sarcopenia y conservar nuestra fuerza y ​​habilidades cognitivas.

El entrenamiento de fuerza puede ayudarlo a mantener la masa y la fuerza muscular.

Comer suficiente proteína permite que nuestras células musculares continúen regenerándose.

Y ahora, hay más evidencia que nunca de que una vitamina, en particular, puede ayudar a que nuestros músculos se mantengan fuertes, saludables y funcionales con la edad …

Los músculos necesitan vitamina D para producir energía

En un estudio que se acaba de publicar en el Journal of Endocrinology, los científicos han encontrado una forma de reducir el riesgo de pérdida de masa muscular relacionada con la edad en los adultos mayores.

Para este estudio, investigadores británicos y australianos utilizaron ratones para ver si una deficiencia de vitamina D afectaría la función de las mitocondrias en las células del músculo esquelético.

Las mitocondrias son las «fábricas de energía» de nuestras células. Procesan la energía que obtenemos de los alimentos que comemos y la ponen a disposición de nuestro cuerpo para que la use.

Los investigadores teorizaron que las mitocondrias necesitan vitamina D para funcionar de manera óptima.

Durante tres meses, los ratones fueron alimentados con una dieta con cantidades normales de vitamina D o sin vitamina D en absoluto.

Después de tres meses, los ratones con una deficiencia de vitamina D tenían una disminución de alrededor del 40 por ciento en la función mitocondrial en sus músculos, posiblemente afectando su capacidad para convertir la energía de los alimentos y limitando el rendimiento y la recuperación muscular, según los investigadores.

Conclusiones provisorias

El coautor del estudio Andrew Philp, que dirige la investigación sobre diabetes y metabolismo en el Instituto Garvan de Investigación Médica en Darlinghurst, Australia, dijo:

«Nuestros resultados muestran que existe un vínculo claro entre la deficiencia de vitamina D y la capacidad oxidativa en el músculo esquelético.»

«Sugieren que la deficiencia de vitamina D disminuye la función mitocondrial, en lugar de reducir la cantidad de mitocondrias en el músculo esquelético».

Prevenir la deficiencia de vitamina D

Los Institutos Nacionales de Salud estiman que hasta el 60 por ciento de los adultos en los Estados Unidos pueden tener deficiencia de vitamina D.

Esto no solo aumenta las posibilidades de que muchos de nosotros suframos pérdida de masa muscular y deterioro cognitivo relacionados con la edad, sino que potencialmente nos pone en mayor riesgo de una gran cantidad de enfermedades crónicas.

Durante la pandemia, los científicos nos han estado instando a aumentar nuestra ingesta de vitamina D a al menos 2000 UI por día . Tomar 4000 UI al día es aún mejor y perfectamente seguro. Para corregir una deficiencia, se han utilizado 5000 UI y más sin reacciones adversas .

Suplementos dietéticos, contra el COVID-19 y otras afecciones respiratorias

Alimentos ricos en vitamina D

Entonces, ¿Cómo puede estar seguro de que está obteniendo suficiente vitamina D en su dieta?

Sería prudente incluir uno o más de los siguientes alimentos en su dieta diaria:

  • Salmón
  • Sardinas
  • Trucha Arco Iris
  • Atún
  • Hígado de res
  • Yemas de huevo
  • Hongos
  • Queso suizo

Si sigue una dieta vegana, probablemente querrá tomar un suplemento de vitamina D, ya que hay pocas fuentes vegetales ricas en esta vitamina.

Nota de Pablo de la Iglesia: tengamos en cuenta que, tanto para veganos como para omnívoros, la mejor fuente de vitamina D es la luz solar; si nos exponemos al sol con moderación, consistencia y gradualidad, sin protector solar, nuestro cuerpo tendrá la posibilidad de generar vitamina D a partir de cualquier dieta equilibrada.

El artículo original recomienda cereales o zumos enriquecidos con vitamina D, especialmente para veganos; personalmente desaconsejo totalmente los productos industrializados y considero que el veganismo «supermercadista» es una pésima opción y en este caso me inclinaría por un suplemento de calidad manteniendo una dieta vegana naturista. Dejo unos ejemplos orientadores:

Vitamina D3 5000 UI (AMZN USA)
Vitamina D3 4000 UI (AMZN ES)

Por otra parte, hay mucha gente que prefiere una dieta basada en plantas e incorpora pequeñas cantidades de alimentos de origen animal; en este caso con pequeñas cantidades de las variedades de pescado, huevos o quesos señaladas, será suficiente si además tomamos un poco de sol.

Resaltaría la importancia de asegurarse que los pescados sean de mar y no de piscifactoría, así como los huevos y los lácteos de pastoreo y agroecológicos, de lo contrario los evitaría.

Los hongos, en casi todos los escenarios son un excelente complemento de una buena alimentación.

Siguiendo estos consejos, sumaremos un auspicio más para mantener una masa muscular fuerte y consistente, y evitaremos la sarcopenia.

Autor: Joyce Hollman
Fuente: Easy Health Options
Traducción y adaptación: Pablo de la Iglesia

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Suplementos dietéticos contra infecciones respiratorias

Suplementos dietéticos contra el COVID-19 y otras enfermedades respiratorias

Los suplementos dietéticos pueden ayudar a reducir el total de las enfermedades respiratorias.

Aquellos complementos nutricionales que contienen vitaminas C y D y otros micronutrientes, a veces en cantidades que exceden los niveles recomendados por las autoridades sanitarias del gobierno para cubrir la RDA (dosis diaria recomendada), son un recurso seguro, eficaz y de bajo costo para ayudar a su sistema inmunológico a combatir el COVID-19 y otras enfermedades agudas del tracto respiratorio.

Estas afirmaciones corresponden a Adrian Gombart, investigador del Linus Pauling Institute, centro dependiente de la Oregon State University (USA) y se basan en un artículo publicado en la revista Nutrients bajo el título El estado nutricional óptimo para un buen funcionamiento del sistema inmunológico es un factor importante para protegerse contra las infecciones virales.

En esta investigación del Linus Pauling Institute, junto con colaboradores de la Universidad de Southampton (Reino Unido), la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) y el Centro Médico Universitario (Países Bajos), afirman que los funcionarios de salud pública deberían emitir un conjunto claro de recomendaciones nutricionales para complementar los mensajes sobre el papel del lavado de manos y las vacunas en la prevención de la propagación de infecciones.

Adrian Gombart, profesor de bioquímica y biofísica en la Facultad de Ciencias de OSU e investigador principal del Linus Pauling Institute afirmó:

“En todo el mundo, las infecciones agudas del tracto respiratorio matan a más de 2,5 millones de personas cada año”

Y agrega:

“Mientras tanto, hay una gran cantidad de datos que muestran el papel que desempeña una buena nutrición en el apoyo al sistema inmunológico. Como sociedad, debemos hacer un mejor trabajo para transmitir ese mensaje junto con otros mensajes importantes y más comunes.»

Los suplementos dietéticos más destacados

Los investigadores han resaltado que ciertas vitaminas, minerales y ácidos grasos específicos cumplen roles que favorecen el buen funcionamiento de la inmunidad natural.

Por supuesto, la primera fuente debe obtenerse de los alimentos, razón por la cual siempre enfatizamos la importancia excluyente de procurar mejorar nuestra alimentación día a día.

Sin embargo, debido a exigencias puntuales, enfermedades, estrés, contaminación ambiental, entre otros factores, con frecuencia nuestras reservas suelen agotarse o su consumo es insuficiente.

Aquí es donde los suplementos dietéticos pueden jugar a nuestro favor, libres de efectos iatrogénicos potenciales y a muy bajo costo.

Entre ellos destaca los siguientes:

  • Vitamina C
  • Vitamina D
  • Zinc
  • Ácido docosahexaenoico (DHA), presente en el aceite de pescado.

«El papel que desempeñan las vitaminas C y D en la inmunidad son particularmente bien conocidos.»

“La vitamina C tiene funciones en varios aspectos de la inmunidad, incluido el crecimiento, la función de las células inmunitarias y la producción de anticuerpos.»

Los receptores de vitamina D en las células inmunes también afectan su función. Esto significa que la vitamina D influye profundamente en su respuesta a las infecciones.»

“El problema es que la gente simplemente no está comiendo suficiente cantidad de estos nutrientes. Esto podría destruir su resistencia a las infecciones. En consecuencia, veremos un aumento de las enfermedades y todas las cargas adicionales que acompañan en consecuencia.»

Recomendaciones del Linus Pauling Institute

Los investigadores instan a consumir no solo  un multivitamínico de amplio espectro a diario, sino también suplementos dietéticos con dosis de 200 miligramos o más de vitamina C (más altas que las pautas sugeridas por el gobierno de EE UU de 90 miligramos para hombres y 75 para mujeres).

Para la vitamina D recomiendan 2,000 unidades internacionales, en lugar de las 400 a 800 que se recomiendan según la edad.

Estas dosis son muy conservadoras y seguras para una recomendación general y están por debajo de lo que suelen prescribir la mayoría de los profesionales de la salud integrativa especializados en nutrición ortomolecular.

La nutrición hace la diferencia

«Hay mucho en juego», señala Adrian Gombart. Argumenta que considerando que cada año, la influenza o gripe por sí sola hospitaliza a millones y mata a varios cientos de miles en todo el mundo, el consumo de suplementos dietéticos tiene el potencial de hacer una diferencia muy importante.

“Se han desarrollado varias prácticas estándar de salud pública para ayudar a limitar la propagación y el impacto de los virus respiratorios: lavarse las manos con regularidad, evitar los que muestran síntomas de infección y cubrirse al toser”, afirma el investigador. «Y para ciertos virus como la influenza, hay campañas de vacunación anuales».

No hay duda de que las vacunas, cuando están disponibles, pueden ser efectivas, pero no son infalibles, dice.

En mi opinión, estas deberían someterse a rigurosas investigaciones independientes que midan su costo-beneficio y sus resultados se comparen con suplementos dietéticos como los mencionados y otros con propiedades antibacterianas e inmunoestimulantes. Pero ese es tema para otra ocasión.

Y Gombart enfatiza que las prácticas actuales de salud pública que indican el distanciamiento social, la higiene y las vacunas, necesitan estrategias complementarias y un enfoque nutricional en el sistema inmunológico podría ayudar a minimizar el impacto de muchos tipos de infecciones.

Y finaliza:

“La situación actual con COVID-19 y la cantidad de personas que mueren por otras infecciones respiratorias dejan en claro que no estamos haciendo lo suficiente.”

«Recomendamos encarecidamente a los funcionarios de salud pública que incluyan estrategias nutricionales en su arsenal».

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AZÚCAR, ladrón de vitamina C

Azúcar, ladrón de vitamina C

Menos azúcar y más vitamina C. Este es un punto importante a trabajar en favor de nuestra salud inmunológica y el siguiente artículo de Joyce Hollman nos brindará algunas claves.

¿Cómo el azúcar roba tu vitamina C?

Mi papá fue un hombre adelantado a su tiempo.

Él nunca fue a la universidad; condujo un camión de reparto de periódicos durante 35 años para mantener a su familia.

Cuando no estaba trabajando o durmiendo, mi papá leía con voracidad. Siempre estuvo abierto a nuevas ideas, especialmente sobre salud y superación personal.

Uno de sus libros favoritos fue Cómo vivir más tiempo y sentirse mejor , de Linus Pauling, el químico que ganó dos veces el Premio Nobel. Debido a ese libro, mi hermana y yo tomamos tabletas de vitamina C todos los días durante gran parte de nuestra infancia.

Aunque Linus Pauling fue posiblemente el principal químico de su tiempo, algunos lo tildaron de charlatán, principalmente debido a las afirmaciones que hizo sobre la vitamina C.

Pero teniendo en cuenta que Pauling tomó dosis muy altas de vitamina C diariamente y vivió hasta los 93 años, espero que estés dispuesto a aprender más sobre esta increíble vitamina y la sorprendente razón por la que su cuerpo puede no estar obteniendo lo suficiente.

Una vitamina «esencial»

Pauling afirmó que la vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, no era una vitamina en absoluto, sino una sustancia esencial que la mayoría de los animales fabrican en sus propios cuerpos.

Propuso que, debido a un gen mutado hace mucho tiempo, los humanos ya no podemos fabricar nuestra propia vitamina C, sino que debemos obtenerla de fuentes externas, es decir, alimentos y suplementos.

No solo eso, Pauling afirmó que la medicina convencional había estado ignorando durante mucho tiempo las investigaciones que sugerían que altas dosis de vitamina C podrían ser una cura para muchas enfermedades, incluido el cáncer y las enfermedades cardíacas.

Pero la profesión médica se burló de él, dando a entender que un químico no podría entender las complejidades de la ciencia médica.

Avance rápido hasta 2020, cuando los médicos de 23 hospitales de Nueva York están administrando 1.500 miligramos de vitamina C intravenosa inmediatamente después de ser admitidos, y tres o cuatro veces al día después de eso a sus pacientes con COVID-19 con la esperanza de evitar la respuesta inflamatoria conocida como una tormenta de citocinas que está matando a muchos pacientes con esta enfermedad.

Pero no busques ese frasco de vitamina C todavía…

Primero, querrás saber sobre algo que puedes estar haciendo y que hará de tu mejor intento por cuidarte algo completamente inútil.

Su importancia para nuestra inmunidad

Para utilizar eficazmente el poder antioxidante de la vitamina C para combatir el estrés oxidativo, nuestros glóbulos blancos necesitan hasta 50 veces más vitamina C dentro de sus paredes celulares que en el plasma sanguíneo circundante.

Nuestro tracto respiratorio está especialmente lleno de glóbulos blancos llamados macrófagos que protegen contra los gérmenes que respiramos. Y su acción depende de la vitamina C.

La vitamina C también es importante para la producción corporal de interferones , sustancias que apoyan la comunicación entre las células y evitan que los virus se repliquen una vez que están dentro de una célula.

¿Fue esto alguna vez más importante que ahora?

¿Más antibióticos o menos azúcar?

 

El azúcar y la vitamina C compiten por entrar en nuestras células

En la década de 1970, los investigadores encontraron que el azúcar y la vitamina C ingresan a nuestras células utilizando la misma vía, conocida como receptores Glut-1 . Esto tiene sentido, ya que los animales que fabrican vitamina C en sus cuerpos usan glucosa para hacerlo.

Solo hay un problema.

Los receptores Glut-1 prefieren la glucosa a la vitamina C. Esto significa que, cuando se les da la oportunidad, siempre elegirán el azúcar en lugar de la vitamina C.

No solo eso: consumir demasiada azúcar puede resultar en aún más radicales libres, que requerirán aún más vitamina C para neutralizarlos.

Pero el azúcar bloquea la entrada de vitamina C en nuestro sistema. El azúcar llega primero y se adhiere a esos receptores, dejando poco o ningún punto de entrada para la vitamina C.

Suplementos y alimentos que te aportarán mucha vitamina C

Entonces: ¿Qué podemos hacer con todo esto?

Bueno, hay algunas cosas:

Primero, reduce el azúcar donde puedas y observa la composición de los ingredientes de los alimentos para ver dónde se esconde*.

A continuación, toma suplementos de vitamina C y olvídate de las tonterías que leen los escépticos médicos que le dicen que no hay razón para buscar nutrientes fuera de los alimentos. Acabas de aprender una muy buena razón para complementar que no están tomando en consideración.

Los suplementos de cereza acerola y rosa mosqueta también son ricos en vitamina C. ¡Pero asegúrate de que los suplementos que estás tomando no estén hechos con azúcar!

Eso sería lo mismo que no tomarlos en absoluto.

¿Cuánto deberías tomar?

La vitamina C es soluble en agua, por lo que es muy poco probable que sufras una sobredosis. Todo lo que tu cuerpo no necesita se excreta simplemente en la orina.

Personalmente, tomo 2.000 mg al día sin efectos secundarios (los habituales son diarrea y náuseas). Según la Escuela de Salud Pública TH Chan (Harvard), ese es el nivel máximo de ingesta tolerable (la ingesta diaria máxima que es poco probable que cause efectos nocivos en la salud**).

Vitamina C: segura y eficaz

 

Pero la vitamina C está disponible en una amplia variedad de alimentos (además de naranjas y toronjas). Algunos pueden sorprenderte:

  • Chiles
  • Guayabas
  • Pimientos dulces amarillos y rojos
  • Tomillo fresco
  • Espinaca
  • Mostaza
  • Col rizada
  • Coles de Bruselas
  • Brócoli
  • Kiwi
  • Caquis
  • Papayas
  • Fresas
  • Patatas dulces (batata o boniato)
  • Tomates

Joyce Hollman, tomado de su original en inglés en el magazine Healthy Living:
How sugar steals your vitamin C

Notas de Pablo de la Iglesia:
* En realidad, tu mejor opción es evitar los alimentos ultraprocesados con etiquetado y volver a los alimentos frescos e integrales; si no se la agregas tú, difícilmente tendrás problemas por el exceso de azúcar.
** Esto no quiere decir que uno no pueda consumir más sin inconvenientes, sino que no causa efectos secundarios (menores en casi todos los casos: diarreas, molestias digestivas…).

Fuentes:
Cómo el azúcar sabotea su ingesta de vitamina C – LivOn Lab
Vitamina C, Linus Pauling tenía razón todo el tiempo. La opinión de un médico – Medical News Today
Fortalece tu sistema inmunológico con vitamina C – Salud y ciencia